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Bohoyo en el Catastro del Marqués de la Ensenada

Bohoyo en el Catastro del Marqués de la Ensenada (1996)

Titulo: Bohoyo en el Catastro del Marqués de la Ensenada.
Autor: Hernández Martín, Alfonso.
Editorial: Ayuntamiento de Bohoyo.
Fecha de publicación: 1996.
Encuadernación: Rústica plastificada, 24x17 cm.
Páginas: 284.
Depósito legal: AV-192-1996.
ISBN: 84-605-5424-4.

Sinopsis:
     
     El objetivo fundamental de esta publicación es sacar a la luz la copiosa información que alberga la documentación que se elaboró en Bohoyo en el otoño de 1752 para averiguar la riqueza de todos y cada uno de los hacendados, información que ha permanecido inédita, recluida en los archivos, desde aquella lejana fecha, sobre cuya base existía el propósito de implantar un nuevo tributo denominado Única Contribución.
     
     Esta documentación, que constituye un censo estadístico de la riqueza rústica y urbana, es conocida hoy con el nombre de Catastro de Ensenada. Pero no es solamente una obra de estadística más o menos completa, es también un retrato fiel de Bohoyo, a través del cual podemos vislumbrar la vida y costumbres del vecindario de aquella época. Es una imagen estática del Bohoyo de 1752, pero que puede ser válida para un periodo de tiempo más amplio, ya que, como es sabido, la sociedad rural de aquel siglo, tradicional y conservadora, era reacia a todo tipo de cambio, por lo que sus elementos y estructuras se mantenían sin alteración largos periodos.
     
     La información que aportan los diferentes tipos documentales del catastro permiten reconstruir el paisaje económico y social de aquel momento, con datos interesantísimos, como la estructura de la propiedad de la tierra, la propiedad comunal y privada, la del sector eclesiástico, el tamaño de las explotaciones, los tipos de cultivo y su rotación, los rendimientos agrícolas, la toponimia, la ganadería, la demografía, el urbanismo, la fiscalidad, las deudas contraídas por los vecinos, la institución del señorío, los servicios municipales, el gobierno del pueblo, las fiestas, etc.
     
     Dos apartados más complementan el estudio catastral. Uno de ellos presenta el marco geográfico que encuadra hoy al municipio, y el otro muestra algunos retazos de su pasado histórico, referidos, esencialmente, a la dependencia señorial, que marcó el ritmo de la vida local durante cinco siglos.