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Cuadernos Abulenses 34

Cuadernos Abulenses nº 34 (2005)

Titulo: Cuadernos Abulenses nº 34.
Autor: Varios autores.
Separata: La villa de Bohoyo en el último cuarto del siglo XIX: la malograda construcción de un puente prolonga su secular aislamiento.
Autor de la separata: Hernández Martín, Alfonso.
Páginas de la separata: 12.
Editorial: Institución Gran Duque de Alba. Exma. Diputación Provincial de Ávila.
Fecha de publicación: 2005.
Encuadernación: Rústica plastificada, 24x17 cm.
Páginas: 280.
Depósito legal: AV-370-1984.
ISBN: 9 770213 047000 34.
ISSN: 0213-0475.

Sinopsis:
     
     La tierra de Bohoyo, ubicada en la vertiente septentrional de la sierra de Gredos, se descuelga presurosa desde las alturas de Sierra Llana y paredones occidentales de Cinco Lagunas, a más de dos mil metros de altitud, hasta el cauce del río Tormes, su límite septentrional. En ella encuentran cobijo cuatro pequeños núcleos de población: Bohoyo, la capitalidad, y los anejos de Navamediana, Navamojada y Los Guijuelos. Son los primeros pueblos que el Tormes encuentra en su margen izquierda. Su economía descansa en la agricultura de regadío y en la explotación ganadera.
     
     Este marco geográfico ha condicionado, a través de los siglos, tanto su defensa como la comunicación con los pueblos de su entorno. Y posiblemente su trayectoria histórico-administrativa, independiente de la de los demás pueblos comarcanos hasta el siglo XIX, obedezca también a esta agreste geografía.
     
     El imponente murallón de la sierra, gran parte del año cubierto de nieve, protege a Bohoyo por su límite meridional y le aisla de los pueblos contiguos de la Vera Extremeña. La ruta que lo atravesaba, hoy casi olvidada, era de escasa utilidad por las muchas dificultades que encierra su tránsito. Se utilizaba únicamente como cordel de trashumancia, como paso para trabajadores temporeros (esquiladores, pastores, etc.) o como vía de aprovisionamiento en épocas de escasez, estraperlo, hambre o guerra.
     
     El río Tormes, que todavía conserva en estos parajes fuerte torrencialidad, constituye también una frontera natural que, al igual que la sierra, protege de peligros exteriores y aisla del resto de la comarca.